- Observar, escuchar... antes de actuar.
- Respeto hacia el entorno, cultura, costumbres... a las que nos dirijamos.
- Actitud flexible, adaptándonos a nuevos cambios y aceptando nuestras limitaciones personales y profesionales.
- Tener en cuenta las consecuencias de nuestros actos siendo críticos con nosotros mismos.
- No trabajar como individuo, sino como colectivo, conociendo, respetando y colaborando con la organización con la que nos acoge.
- Analizar y administrar adecuadamente las emociones y sentimientos siendo consciente de las consecuencias de las relaciones personales.
- Actitud emprendedora y creativa.
- No crear dependencia.
- Disfrutar y aprender de la experiencia.
- Transmitir nuestra experiencia reflexionada.
29 de junio de 2012
decálogo
Y una vez que el cooperante tenga en mente esos conceptos, debe regirse por una
actitud de compromiso. En mi caso éste es el decálogo: